El Crestado Chino
El Crestado Chino es un perro cariñoso, mimoso y juguetón que solamente desea la compañía de su dueño a todas horas. Es un perro que siempre te hace sonreír, incluso los días en que te sientes “choff”, tu Crestado juguetea a morderse el rabo y ha hacer peripecias para arrancarte una sonrisa y hacerte sentir mejor.
Generalmente son perros muy pero que muy sociables, con personas, perros, gatos y otros animales, además de ser perros muy ágiles y resistentes a la hora de hacer deporte, auque no sea una de sus aficiones preferidas. Como su clasificación según la Federación Canina Internacional ya dice son perros de compañía, su única función es esta junto a su dueño, ya sea paseando, durmiendo, jugando, comiendo, haciendo deporte… Es un perro de ciudad pero que tampoco le sienta nada mal dar algún que otro paseo por el bosque.
El Crestado Chino primitivo era denominado de diferentes maneras dependiendo de donde venía, ya era conocido en el siglo 12 a.C. , muchas hipótesis señalan que su país de origen fué Egipto, se dice que era el perro sagrado de la dinastia Qing. Después de la caída del imperio, el Crestado Chino fue utlizado como moneda de cambio en Asia, y más tarde se encontraron ejemplares en América, donde se asentaron en Mexico, de ahí que se encontraron restos de perros sin pelo en los imperios Maya y Azteca.
Tenemos uan base mucho más sólida en el siglo 16 en una pintura de Lucas Cranach dónde puede contemplarse a Katharina von Mecklenburg con un perro pequeño, presentando únicamente pelo en la cabeza, patas y rabo.
La consolidación de la raza tal y como hoy la conocemos, con el nombre de Crestado Chino fué en China en 1686.
El Crestado Chino se presenta en dos variedades: con pelo (powderpuff) y sin pelo (hairless) habiendo “grados” de cantidad de pelo en esta variedad, hay que no tienen absolutamente nada de pelo, los que tienen pelo en cabeza, lomo, patas y cola (siendo ésta la variedad más deseada) y los que tienen todo su cuerpo cubierto de un vello fino.
La variedad Hairless es la más exótica, lucimos un perro con una figura esbelta, pero robusta a su vez, con un pequeño manto en cabeza, cola y patas de un pelo suave y algodonoso que ondea a su paso. Al no presentar pelo en más del 80% de su cuerpo resulta una mascota ideal para alérgicos. Quizá ésta resulta más cómoda, ya que solo debemos eliminar el vello del lomo cada 15 días y según la piel de nuestro Crestado, aplicar un poquito de crema hidratante. Ésta variedad nos resulta ventajosa a los frioleros ya que la temperatura corporal de los perros está 2’5º por encima de la nuestra y el que el Crestado no tenga pelo nos facilita la transmisión del calor proporcionándonos cuando lo deseemos una pequeña estufa. Antiguamente se consideraba a los perros sin pelo como sagrados, pues se utilizaban como remedio a enfermedades como el reuma, el dolor menstrual…
La variedad con pelo es tan bella como la anterior, luce un manto abundante y algodonoso (por eso no produce alergia). Lleva la cara y la garganta rasurada similar al corte del Galgo Afgano, además de estar permitido solo en esta veriedad las orejas hacia abajo como los afganos, por eso, a veces, se determina a esta variedad como Miniafgano. Este manto debe ser cepillado a diario para evitar posibles enredos.
¿Por qué comprar un Crestado Chino?
El Crestado Chino es un perro de tamaño pequeño que se adapta a cualquier tipo de hogar, es un perro que no suele ladrar, es simpático con los desconocidos, se lleva bien con niños y con otros animales. Es un perro obediente que aprende rápido y que no suele tener problemas a la hora de comer. Es una raza original ya que hay muy pocos ejemplares, aunque poco a poco se está poniendo de moda. Es un perro muy higiénico, ya que, ambas variedades, con y sin pelo, al no presentar pelo en la cara evita la boca mojada al beber agua, y, que al olisquear no queden sustancias en ésta, al igual que lagañas en la parte inferior del lagrimal, además de no soltar pelo como razas de pelo corto, los Crestados no mudan el pelo, y en caso de qué alguno se rompiese quedaría enredado en su melena, que al cepillarla lo eliminaríamos como en el caso del ser humano.
Elena García